Solidaridad a miles de kilómetros… ¿Estamos preparados?
Empieza la cuenta atrás para el verano: el colegio se termina y llega la temporada de campamentos.
Desde hace algunos años, los campamentos solidarios en el extranjero para adolescentes se han puesto muy de moda. Y aunque sé que puede ser un tema delicado, creo que es fundamental abrir este debate.
✔️ Organizaciones: no todas son iguales.
Algunos colegios organizan estas experiencias con grupos de alumnos acompañados por un tutor, lo cual suele ofrecer ciertas garantías. Sin embargo, cada vez hay más organizaciones privadas que comercializan este tipo de servicios… y, lamentablemente, no todas son de fiar.
¿Os acordáis del caso de Tana Rivera? Viajó a Ghana para colaborar en un proyecto solidario que acabó siendo una estafa. Esto nos recuerda la importancia de investigar y elegir bien la organización antes de dar el paso.
✔️ El perfil del adolescente es clave.
Más allá de la organización, también es esencial valorar si nuestro hijo/a está realmente preparado para una experiencia así. Estos proyectos requieren un alto grado de madurez, ya que se enfrentan a realidades completamente diferentes a su día a día. No es solo un viaje; es un choque cultural, emocional y personal.
✔️ ¿Qué tipo de acción van a realizar?
No es lo mismo participar en la construcción de un colegio que pasar tiempo con niños. En este último caso, es crucial no generar falsas expectativas ni vínculos emocionales difíciles de gestionar. Hay que dejar claro que la estancia es temporal y que no pueden prometer cosas que luego no se cumplirán.
✔️ Empatía y respeto cultural: indispensables.
La madurez debe ir acompañada de empatía profunda. La cultura será diferente y es clave ponerse en el lugar del otro, sin intentar imponer nuestra visión occidental. Lo que para nosotros es “normal”, puede no tener sentido allí.
✔️ Actitud y valores: lo que realmente cuenta.
Estas experiencias requieren ser proactivo, responsable, perseverante, tener una actitud positiva y, sobre todo, estar dispuesto a aprender y crecer. No solo se trata de ayudar, sino de entender y adaptarse.
💡 Mi consejo:
Antes de coger un avión y lanzarse a una aventura solidaria internacional, es muy recomendable empezar siendo solidario cerca de casa. Hay muchas maneras de ayudar en tu entorno más próximo, y la experiencia también cuenta para el currículum… aunque quizás no luzca tanto en Instagram 😉.